Miguel Ángel de León López (Parroquia San Juan, Caracas,
23-02-1962, signo Piscis), interpreta noche a noche al millonario Leonardo
Lombardi, en la telenovela "Sabor a tí". Afable, comunicativo, nada
divo, reilón y hábil en las respuestas, así podríamos
definir a este joven actor, que lleva 15 años en el medio artístico.
Las siete telenovelas que ha protagonizado son: "Caribe",
"María Celeste", "Como tú ninguna", "Sol de tentación",
"Carita de Ángel", "Alegrijes y Rebujos" y "Sabor a tí".
Disfruten de la entrevista.
Luego de 7 años fuera de Venezuela, ¿qué
fue lo que más te atrapó: El dinero que vas a ganar, el papel
que te dieron en esta telenovela o las ganas de regresar a tu país en plena
revolución bolivariana?
Por supuesto, las ganas de regresar a Venezuela, es lo que más me
compró de la idea y el libreto. Antes de aceptar, me mandaron ocho
capítulos de la novela a México y nada más te puedo decir
que el primer y segundo capítulo fue lo que me atrapó de la
telenovela. Y estar en mi país, por supuesto, sea el momento que
sea. A mí me importa lo que pueda estar pasando, políticamente
hablando, o socialmente hablando en mi país, porque yo soy
partícipe de este proceso desde hace 42 años que nací, al
menos de ahí para acá.
Después de "Sabor a tí",
¿regresarás a México?
No lo sé todavía, todo depende del trabajo.
¿Tienes casa allá?
Tengo un departamento allá, donde tengo todas mis cosas. Lo
más seguro es que regrese, al menos a tantear qué proyecto puede
haber. De ahora en adelante, la presencia mía en cualquier
país va a depender del trabajo, sea Venezuela, sea México o sea
Miami.
¿Qué te diferencia de tu personaje, Leonardo
Lombardi?
¡Todo! -se apresura a decirnos. No tengo extremos así, no soy
ni tan feliz, ni tan amargado ni tan ingenuo tampoco (risas). Soy un poco
más compensado, no sufro de tantos vaivenes tan fuertes.
¿Es la primera vez que trabajas junto a Ana Karina
Manco?
Noooo, ya trabajamos juntos en "Sol de Tentación". Yo hacía
pareja con Natalia Streignard. Ese era el primer personaje que hacía
Ana Karina, después de su accidente. De hecho, nosotros la
tratábamos con sumo cuidado y con mucho cariño, como si fuera una
muñequita que se iba a romper, para que se sintiera bien. Estaba
recién salida del accidente, tenía un año y algo
después de aquel momento, todavía estaba en franca
recuperación de una cantidad de operaciones y todo eso.
¿Cuánto tiempo durará esta
telenovela?
Por lo menos hasta marzo del próximo año.
¿Y tienes alguna oferta para esa fecha en
México?
La oferta que tenía hubiese sido para arrancar en octubre de este año,
y ya no puedo hacerla. El próximo año veré que otras
cosas llegan. Hay unos productores de Televisa que también
están interesados en mi trabajo, que sería entrar en una telenovela
como protagonista o intervenir en una, con una participación especial.
Cuál fue tu mayor aprendizaje al trabajar en el
Imperio Televisa, en México?
En muchas cosas somos muy parecidos. Lo que es la capacidad técnica,
lo que es la capacidad de realizar una telenovela incluso a dos días de
colocarse el capítulo al aire la tenemos aquí igual que allá,
son muy buenos los dos países realizando telenovelas. Por otro
lado, tuve el aprendizaje de estar en dos novelas al mismo tiempo, que en
Venezuela nunca me pasó. Allá estuve en "Mariana de la noche"
y en "Alegrijes y Rebujos", en forma simultánea. Justo
terminé un viernes, y el lunes ya estaba grabando acá. Tengo
un año y medio que no he parado.
El acento mexicano, ¿es obligado que tengas que
hablar como ellos?
¡No! (rotundo). Se te pega con el tiempo. Es algo que, de
hecho, yo lo tengo como automático. Ahorita hablando contigo lo
hago como venezolano, pero llego allá y hablo como mexicano. Yo
llegué a México con un acento bastante neutro, porque aquí
en Venezuela ya lo manejaba. Y no me costó mucho agarrar un poquito
el sonsonete mexicano (¡Órale!).
¿Hay mucha xenofobia en México hacia los
actores extranjeros?
No, yo jamás he sentido eso, nunca. Ellos tienen cantidad de actores
y actrices de todos lados. Es posible que a los mexicanos se les tache de
nacionalistas, lo son mucho para algunas cosas. Pero no son xenofóbicos
en cuanto a la oportunidad de trabajo a los extranjeros. Mientras
tú llegues con la intención de trabajar por su país
también, ellos te abren las puertas. Eso sí, no llegues con
la intención de usufructuar, porque serás mal visto.
Entramos en una serie de preguntas y respuestas rápidas, para pulsar al
Miguel de León común y corriente. Así se defendió
el actor, ante nuestro acoso periodístico.
¿Perdonas a quien te hiere?
Sí, por supuesto. Sin ese perdón no puedo seguir viviendo.
¿Qué te cuesta pagar más?
¡La tarjeta de crédito! ¡Ja! ¡Ja!
¡Ja!
¿Entierro o cremación?
Todavía no lo he decidido (carcajadas).
¿Levantas o te levantan?
Las dos cosas.
¿Cómo te gustan las mujeres?
Me gustan amorosas y honestas.
¿A qué le temes?
A cómo voy a morir, ni siquiera a la muerte.
¿Qué hubiera pasado contigo de no haber sido
actor?
Lo más seguro es que hubiese sido piloto (risas).
¿De qué color es tu conciencia?
Blanca.
¿A quién le darías una sonora
bofetada?
Al envidioso.
¿Escuchas la voz de tu conciencia?
Sí, la escucho siempre.
¿Defensor de causas perdidas?
Algunas veces.
¿Qué es lo primero que tienes en tu escala de
valores?
La honestidad, fundamentalmente. Es el primer principio.
¿Cuándo sentiste miedo?
He sentido muchas veces miedo en mi vida. Una en especial es cuando no he
tenido trabajo.
¿Una pesadilla?
Que nos invadan extraterrestres.
Miguel, y si de repente llegara un platillo frente a ti, y
de él bajaran varios extraterrestres, y te dijeran "te vamos a conceder
tres deseos", ¿qué cosas pedirías?
Un mundo pleno de igualdad y de paz, en primer lugar. Luego salud y
trabajo.
¿Quién te baja el ego?
Me lo bajo yo mismo, no me hace falta nadie que me lo baje. Quizás
hace muchos años me llegó a pasar alguna vez que se me haya
desbordado el ego, pero no soy tendiente a eso, trato siempre de estar con los
pies sobre la tierra. Esa es mi línea.
¿Te desestabilizó tu divorcio con Gabriela
Spanic?
Todo divorcio es una desestabilización, por supuesto, siempre. Me
afectó un tiempo, pero desde hace un año y medio para acá
estoy muy bien, estoy tranquilo, me siento un hombre más experto,
más experimentado, más conocedor de muchas cosas sobre sí
mismo y sobre lo que es una relación.
¿Cómo te llevas con Gabriela?
No nos comunicamos en este momento, normalmente yo no me comunico con mis ex
mujeres.
¿A qué edad te gustaría ser
papá?
No sé, yo creo que me agarrará con el bastón (carcajadas).
¿Cuánto efectivo tienes en el
bolsillo?
Unos 20 mil bolívares.
¿Eres ahorrativo o derrochador con el dinero?
Muy ahorrativo. De hecho, soy casi administrador, me faltó un
semestre para graduarme de TSU, en el Colegio Universitario de Caracas.
¿El éxito se hizo para ti?
Yo pienso que el éxito es una palabra muy relativa. Si el
éxito es la acogida de un público, me ha pasado y no me ha pasado.
No es una palabra que me quite el sueño. Yo trabajo por un
público, trabajo por el amor que le tengo a mi carrera y hacia mis
personajes.
¿Ácido?
Algunas veces.
¿Avaro?
Casi nunca.
¿Aventurero?
Tampoco.
¿Analítico?
Sí, muchísimo.
¿Ambicioso?
Sí, en el correcto sentido de la palabra.
¿Alegre?
Sí, mucho.
¿Abominable?
Rara vez en mi vida (risas).
¿A quién le pides: A San Miguel
Arcángel, a Satanás, al Dios de Libre Mercado, a la Virgen de la
Rosa Mística o a Dios Padre Todopoderoso?
A tres de los que acabas de nombrar: A San Miguel, a la Rosa Mística
y a nuestro padre, Dios. Como verás, soy totalmente
católico.
¿Estarás toda tu vida haciendo
"culebritas"?
Respira profundo, y luego de ubicar su respuesta manifiesta con diplomacia:
"Yo pienso que estoy destinado a hacer un trabajo, y el trabajo es el que
Dios me da. Si son telenovelas, haré telenovelas toda mi vida.
Si se ofrece cine, haré cine. Si se ofrece teatro,
haré teatro. Todo depende de lo que venga y pienso que lo que
está en el camino es lo que hay que hacer".
¿Cuántos personajes se han quedado en
ti?
Varios, entre ellos el Raúl de la Peña de "Como tú,
ninguna", el Douglas Maldonado de "La Usurpadora" y tengo la impresión
que Leonardo Lombardi se quedará también dentro de mí, por
lo fuerte que es.
¿Quién es Miguel de León?
Un ser humano normal, sin pretensiones, que quiere seguir trabajando en este medio
hermoso que es la televisión, y por supuesto también en el teatro
y el cine. Un ser humano que se junta con su familia, que disfruta de sus
ratos de intimidad con ellos y que le gusta jugar bowling, leer un libro o
sentarse en la computadora.
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