MAITE: Hoy conociendo un amor de
telenovela que se convirtió en un amor de verdad verdad; el de
Gabriela Spanic y Miguel de León. Hablábamos de Edgar
Torres que fue el confidente de Gabriela. Miguel no sabía que
ella estaba enamorada; Gabriela no sabía que Miguel también.
Edgar, ¿qué te contaba Gabriela? ¿Cuál
era su mayor angustia?
EDGAR: La angustia de Gabriela
es que ella es una persona que, a pesar de que es artista, es muy
tímida, ¿no? Entonces ella no encontraba como
comunicarle eso a Miguel ni recibía el sentimiento que Miguel
sentía. Ellos, como decía Gabriela, ellos pensaban
que estaban enamorados solos y ninguno de los dos rompía el hielo
para sincerarse que es lo que andaba sintiendo cada uno de ellos. Y,
bueno, eso era la angustia de ella: "¿Cómo se lo digo?
¿Cómo hago? ¿Cómo esto?".
¿Y tú qué le aconsejabas?
EDGAR: Yo le decía:
"Rompe el hielo... ¡habla!... dícelo,
dícelo." Yo le decia: "Se lo digo yo pero
¡dícelo!" Miguel y Gabriela se
ríen. Qué angustia, ¿no?
Se lo digo. Yo de cupido y se lo digo.
EDGAR: Claro, porque era una
angustia de ella. Ella en su trabajo le costó mucho porque
no es lo mismo trabajar con una persona que no se siente nada y con Miguel
que había un "feeling".
Que pareciera, para los que no sabemos como es
realmente el asunto, más fácil; pero resulta que es
más difícil.
EDGAR: Sí, porque ellos
en las escenas románticas, Gabriela temblaba, sudaba, se
iba a desmayar. Era horrible, ¿no? Era bastante.
Y Miguel igual. Pero yo no... Yo de Miguel no era tan
amigo en ese tiempo. Pero fue una cosa bastante porque ellos
lucharon mucho con esa timidez y nunca... nunca... hasta que
llegó un día que Gaby, por cosas de la vida, de tanto que
la pellizcamos, ¿no?, y yo la pellizqué...
Se la soltó.
EDGAR: Se la zumbó
así; [a ver] cómo lo agarra.
Cuéntame como fue eso, Gabriela.
¿Tú un día lo sorprendiste y le dijiste:
"Te amo. Estoy enamorada de ti."?
GABRIELA: Eso fue casi ya al
final de la novela. Ya no aguantaba más. Estaba como
ahogada, asfixiada. Eran como las dos de la noche, un dia martes.
Y además tienes que verlo todos los dias,
besarlo, abrazarlo.
GABRIELA: Sí, y entonces
terminamos de grabar en el estudio y yo bajo al camerino y dejo la
puerta abierta esperando que él pasara para llamarlo y
decírselo.
...y encerrarlo. Maite se ríe a carcajadas.
GABRIELA: Y entonces Miguel
pasa y yo le digo con toda la seriedad del mundo: "Miguel, necesito
hablar contigo." Y entonces él se me queda así.
"No, entra... pasa... tranquilo. No te voy hacer nada."
Y entonces fueron 15 minutos de silencio. La
respiración se me hacía más fuerte. Era
¡horrible! El corazón palpitaba muchísimo.
Y entonces, de repente, empezé a llorar y le dije:
"Yo no tengo la culpa de haberme enamorada de ti."
¡Ay, Dios mío!
GABRIELA: "Dime cómo
hago con todos estos sentimientos, con todo lo que siento. Ya no
aguanto más esta situación. Ya sé que te
enteraste."
¿Ya se lo habían dicho?
GABRIELA: Ya se lo
habían dicho.
¿Un pajarito se lo había
dicho?
GABRIELA: Un pajarito se lo
dijo y yo se lo confirmé porque si fuera por mí, no se lo
hubiese dicho.
Okey, cuando ese pajarito te lo dijo,
¿tú lo creíste? Pensaste ¿malas
intenciones?, ¿comentarios de pasillo?
MIGUEL: No no, yo lo
creí porque sabía lo que estaba pasando.
Tú sabías que era cierto.
MIGUEL: Sí sí
sí, porque ya yo veía su actitud... la actitud de ella
digo... y con relación con la mía, tenía que ser
que de verdad eso estaba pasando.
¿Y pensastes en evadirlo?
MIGUEL: Sí
¿O pensastes enfrentarlo?
MIGUEL: No, pensé en
evadirlo.
¿Por qué?
MIGUEL: Bueno, porque como
todas las cosas, yo quería estar seguro. Yo soy una persona
que yo nunca doy un paso si no estoy seguro; y hasta no estar seguro
realmente, yo no hago... O sea, yo no formo una relación
si no va a ser en serio, si no va a ser con todo. Las relaciones
en mi vida han sido contadas y han sido muy serias todas; y yo no
quería nada pasajero. Yo no quería nada... O
sea, ya había una vida anterior que se estaba rompiendo para ese
momento, ¿no?, por otras razones. Mi relación...
GABRIELA: Ya la mía se
había roto.
MIGUEL: Sí, ya la de
ella se había roto. Mi relación ya se estaba rompiendo,
estaba quesquebrada totalmente; pero yo necesitaba la seguridad, para
iniciar otra relación, de que iba a ser algo durarero...
...de que iba a funcionar.
MIGUEL: ...algo bonito.
Sí estaba seguro, por supuesto, que estaba enamorado de
ella pero, no sé, había algo que tenía que saber
para realmente estar...
...seguro.
MIGUEL: Cuando ella me lo
confiesa...
Aha, cuando ella te lo confiesa llorando...
MIGUEL: Sí
...ella toma la iniciativa como mujer y te dice
que te ama.
MIGUEL: Todavía ese
día yo me hice el duro.
¿Cómo te hiciste el duro?
MIGUEL: Como que no estaba
enterado, y qué broma, y no sé que. Yo me fui...
¿Qué le dijiste; qué le
dijiste?
MIGUEL: Yo me fui muy mal.
Pero recuerda las palabras y repítelas.
MIGUEL: Mira, ¿qué
le dije? Le dije...
GABRIELA: Yo creo que las
recuerdo mejor que tú.
MIGUEL: "Una mujer tan hermosa,
tan linda. Tú eres una mujer con la que a cualquier..."
Yo creo que hasta te lo dije. Lo que pasa es que te lo dije
sin decírtelo: "Tú eres la mujer soñada para
que un hombre se case contigo, para que tenga hijos contigo, o sea, para
una questión seria." Y todavía yo estaba un poco
enredado en...
Yo no estoy para eso todavía.
MIGUEL: No estoy todavía,
o sea, no... No se lo pude decir pero le dije cosas que a la mejor
eran como una clave, ¿no?
GABRIELA: Y él me dijo:
"Yo tengo mi vida hecha. No puede ser." De repente yo,
no me salieron palabras. Yo decía, "Trágame
tierra, no puede ser."
¿Pero tú sabes lo difícil de
creer que es para mucha gente, para todo nosotros, que a una
protagonista de novela... la mujer mas bella, la mujer mas deseada,
la mujer mas envidiada... el galán en la vida real le diga:
"No puede ser."? ¿Cómo te sentiste?
GABRIELA: Y de repente, yo
salí al camerino y: "Está bien. Te entiendo."
Y yo estaba parada y él sentado. Yo voy.
Él se para. Entonces trata como de abrazarme y de
repente, fue como un roce de cara con su cara...
Dijiste: "¡Lo quiero, lo quiero, lo
quiero!". Se ríe.
GABRIELA: Y estaba a punto, a
punto, a punto de besarme y yo le digo: "No, yo respeto tu
decisíon. Entiendo y no soy quien para entrar en tu vida y
echar perder tu vida. Yo lo entiendo. Déjame con ese
despecho aquí adentro."
¿Despe...? ¡Ay!
GABRIELA: "Yo de alguna forma
te olvidaré y me va a costar muchísimo pero de amor
nadie se muere."
¿Y tú te fuiste a tu casa?
GABRIELA: Me fui a mi casa y
él se fue a su casa.
¿Llorando?
GABRIELA: Llorando... mal.
Yo no dormía. Me la pasaba pensando en él.
Llamaba a Edgar, recorríamos la ciudad oyendo
música...
Se fueron despechados de campaña una vez.
No sé a donde. A ver, Edgar, cuéntamelo
tú. Que Gabriela parece que cantó arriba de las
mesas y todo.
EDGAR: Sí, un día
que... Miguel en esa seguridad que dice él de relaciones,
él estaba entre dos mundos, ¿no? Él estaba
fuerte en lo que iba hacer y hubo un momento en que le transmitió
a Gabriela: "Sí vamos a poder con esto. Vamos a ir
adelante," ¿no? "Hacia adelante." Y después
como que se echó para atrás y dijo: "No puedo.
No puedo dejar a mi vida." Y eso a Gabriela le cayó
muy mal. A mí también.
Lo odiaban. Los dos lo odiaban.
EDGAR: Yo dije: "Lo
mato," ¿no? Y Gaby salió. Nos fuimos a cenar a
un restaurant importante aquí en Caracas y Gabriela quería
champaña, y compramos champaña, y empezó a tomar, a
tomar, a tomar. Gabriela es muy timida pero dijo: "Quiero
cantar." Y se paró, le dijo al pianista que tocara, el
restaurant estaba "full" de gente, y ella se puso a cantar una
canción que decía, mas o menos: "Yo sé que vas
a volver. Te vas arrepentir," ¿no?
A ver, Gabriela, ¿lo recuerdas?
GABRIELA: La de Gloria Estefan
Cántame un pedacito.
GABRIELA: Ay no, ahorita no.
¿Te gusta la champaña?
GABRIELA: Que decía, "No
pensé que fueras a dejarme." Supuestamente se volvió
a enamorar de la pareja que tenía. Pero tú vas a
volver. Tú volverás.
Tú vas a estar aquí.
GABRIELA: Tú vas a estar
aquí. Y entonces, después de eso, había una
fiesta en la novela, una fiesta de disfrazes.
¿Todo esto a la par de la relación de
telenovela y de trabajar 18, 24 horas juntos todos los dias?
GABRIELA: Una fiesta de
disfrazes. Y entonces mi disfraz era como muy llamativo, muy
provocativo. De repente cuando yo llego arreglada con mi disfraz
y mi antifaz, este hombre se me queda viendo de arriba a abajo.
Pensé: "Dios mio." Y yo me le quedo
viendo y yo con indiferencia total: "Hola, ¿cómo
estás, Miguel? ¿Cómo te va?
¿Estás bien? Ay, yo estoy ¡de maravilla!".
O sea, que le hice entender que nada que ver.
Que todo había pasado.
GABRIELA: Que todo había
pasado. Y él se me quedaba viendo; se paraba en las
esquinitas y me veía con aquella cara de tristeza.
MIGUEL: Ya me volvía
loco. Ya me volvía loco. ¡Definitivamente!
GABRIELA: Y yo a proposito
porque como no me gustó la actitud de él que después
de decir "sí" dijo "no": yo con esta no me quedo.
Yo me la cobro.
GABRIELA: Yo me la cobro.
Y no es que sea de venganza, sino que yo le quise demostrar que
tomó la peor decisión porque yo sabía que él
me quería, que el me amaba; y fue por temor, por miedo.
Él no estaba claro en ese momento. Y de repente
terminó la grabación y él siempre estuvo
detrás de mi en la grabación viéndome,
llevándome la comida a la mesa en la hora del almuerzo, en la cena.
Y él fue el último que terminó de grabar.
Y yo me senté frente al set de grabación que estaba
él.
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