MAITE: Una verdadera historia de
amor la de Miguel de León y Gabriela Spanic. Quedamos en una
llamada. Cinco minutos más tarde repicó el celular y
dice Gabriela, en forma graciosa, que para ese momento no existían
los digitales --no decía en la pantalla quien era-- y ella
atendió y dijo: "Dime, Miguel."
GABRIELA: Le dije:
"¡Hola, Miguel!" Y entonces se quedó asombrado.
Y: "¿Cómo sabías que era yo?"
Entonces yo le digo: "Yo estaba esperando tu llamada porque
sé que estás mal." Y él me pregunta:
"¿Y tú cómo estás?"
¿Cómo quiere que esté? O sea, yo estaba
muy mal. Y de repente...
¡Qué drama!
GABRIELA: En esa llamada
telefónica, sí le confesé y él me dijo:
"Necesito hablar contigo yo también." Y a las dos y
media de la manaña llegó a la casa y a esa hora hablamos y
me regresó casi amaneciendo.
A esa hora se resolvió todo.
GABRIELA: ¡Todo!
Okey, 5 minutos más tarde llamó.
¿Cuanto tiempo más tarde ustedes se plantean ya una
relación seria, Miguel?
MIGUEL: Bueno, yo creo que fue
de inmediato. La relación seria se planteo de inmediato.
Cuando yo llegué en ese momento a buscarla, yo le dije:
"Mira, tú eres la mujer de mi vida y uno muchas veces se
niega a creer y a reconocer que una persona es la persona de su
vida. Tenía que ser definitivo y así fue." Yo
le dije: "Tú eres la mujer, como te dije una vez... lo dije
en función quizás de otro pero lo estoy diciendo en
función de mí... para casarse, para tener hijos, y eso es
lo que yo quiero hacer contigo."
¿En ese momento le propones matrimonio?
MIGUEL: Ya desde el principio
se lo propuse.
Primero ella fue la que te dijo: "Te amo, te
quiero, te adoro."
MIGUEL: Queríamos
casarnos, o sea, yo quería casarme de una con ella. Lo que
pasa es que necesitábamos un tiempo de compromiso para conocernos
mejor, para realmente hablar, porque fue poco lo que nosotros hablamos
en todo el transcurso del tiempo que nos estuvimos enamorando. Se
necesitaba el tiempo, ¿verdad?, para conversar, para conocer las
actitudes, los deseos, los anhelos.
En ese momento él te propone matrimonio y
¿tú dices de inmediato que sí?
GABRIELA: ¡Claro!
¿Sin pensarlo?
GABRIELA: ¡Sin pensarlo!
Dije: "¡Sí, mi amor, yo también
me quiero casar contigo!"
¿Cuanto tiempo más tarde deciden
casarse?
MIGUEL: Dos años
después
GABRIELA: Dos años
después
MAITE: Dos años de
relaciones. Dos años después, se concreta en esta
firma que vamos a compartir con ustedes: el matrimonio civil de Gabriela y Miguel.
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