Arqueología del Noroeste de México: Un "Rudo Ensayo"

David Phillips

Periodo Arcaico-Agricultura Temprana

El este ensayo, el periodo Arcaico cae entre el fin de los cazadores Paleoindios y el comienzo de producción local de la cerámica. En Oasisamerérica, el periodo Arcaico comenzó 9000 a.C. y duró (en la mayoría del área) hasta los primeros siglos de la época común. Los estudios recientes demuestran que después de 2000 a.C., el periodo Arcaico incluyó la cultivación del maíz, tecnología difundida desde Mesoamérica. Para distinguir ls grupos precerámicos con agricultura de grupos anteriores sin agricultura, muchos arqueólogos han adoptado el nombre "periodo Agricultura Temprana" [Huckell 1990]. Aún así, la difusión de la agricultura fue incompleta. En partes de Sonora y Chihuahua, y en todo el estado de Coahuila, los cazadores y recolectores continuaron hasta la llegada de los españoles.

El Modo de Producción Arcaico: Chihuahua y Áreas Contiguas

Por muchos años, los restos arcaicos del noreste de México fueron atribuidos o comparados a aquellos de la cultura Cochise, una secuencia arcaica definida en el sur de Arizona. Para el norte de Chihuahua, la primera alternativa sistemática fue definida por MacNeish y Beckett (1987), quienes propusieron so "tradición arcaica Chihuahua" en base a excavaciones en el sur de Nuevo México. Extienden la tradición a Chihuahua, probablemente en base a actividades no reportados, por aficionados a la arqueología de los EE.UU. (especialmente de El Paso).

En el sureste de Chihuahua, nuestro entendimiento del periodo arcaico depende en gran parte de los estudios en el "trans-Pecos" (lado poniente del río Pecos) de Texas. La primera ocupación sustancial de ese parte de Texas, y de la porción contigua de Chihuahua, parece haber ocurrido en el periodo Arcaico Tardío (1000 a.C.–700 d.C.). La gran variedad de puntos de dardo sugiere que los pobladores vinieron de los Grandes Llanuras de los EE.UU., posiblemente (y como sugiere Mallouf) por razón de migraciones de los rebaños de bisontes. Después, durante el periodo Prehistórico Tardío, el fase Livermore (800–1200 d.C.) representa la continuación del consumo de plantas y animales silvestres, pero los cazadores de este fase cambiaron de los lanzadardos (atlatl) a los arcos, y de los dardos a las flechas con puntas de estilo Livermore (con una forma distinta, casi de cruz).

Después de 1200 d.C., una comunidad semisedentaria so formo en el área "La Junta" (confluencia de los ríos Bravo del Norte o Grande, y Conchos), pero los cazadores y recolectores continuaron su uso de la región (el complejo Cielo, 1300–1680 d.C., caracterizado por los puntos de flecha tipo Perdiz y por las casas circulares de piedra). Podemos mencionar que la tipología Tejana para puntos de proyectil arcaicos también se puede aplicar al centro, centro-oeste, y sur de Chihuahua. Esta continuidad tipológica sugiere una continuidad correspondiente en las culturas.

Imagen ausente: estructura circular del complejo Cielo
Estructura del complejo Cielo Complex en Chihuahua. Foto por R. Mallouf. Fuente: Texas Beyond History

Otros estudios han documento restos del periodo Arcaico, pero no como parte de una secuencia completa. En la Sierra Madre Occidental, en la Cueva de las Golondrinas (Swallow Cave), Robert Lister (1958) descubrió restos probablemente del Arcaico Tardío, aunque en base a evidencia limitada (piedra tallada y tres elotes, encontrados debajo de los depósitos del periodo Cerámico). Mucho más al sur en la misma sierra, en 1932 Zingg (1940) localizó depositos probablemente precerámicos, pero otra vez en base a evidencia limitada. Según MacWilliams et al.,

En la "Cueva A" de Zingg, 2 km al noreste de Norogachí, los niveles exacavados más bajos contenían piedra tallada sin tepalcates. No reportó maíz de estos niveles inferiores, no obstante Zingg (1939:212) conluyó que la secuencia local comenzó con habitantes de cueva de la cultura "Cesteros del río Fuerte" (Rio Fuerte Basketmaker), quienes cultivaron el maíz pero faltaron el frijol y la cerámica (MacWilliams et al. 2008:40).

Trabajando en el mismo área, Arturo MacWilliams y sus colegas reportan datos en base a reconimientos y excavaciones en cuevas, datos que confirman la presencia de humanos en el suroeste de Chihuahua "no más tarde del periíodo Arcaico Tardío" (tr. de MacWilliams et al. 2008:46). Sin embargo, los datos son pocos y no incluyen evidencia para la agricultura antes de ca. 1 d.C.

Arturo Guevara (1982) documentó entierros en bultos saqueados de la Cueva de los Gentiles en el municipio de Bocoyna, donde pasa la divisoria continental. Los entierros en bultos parecen aquellos de la Cueva de la Candelaria en Coahuila [Aveleyra et al. 1956], por lo cual probablemente son arcaicos. Los ejemplares chihuahuenses incluyeron por lo menos 12 adultos y cuatro niños, quienes habín sidos envueltos en telas y petates, y entonces atados para completar el bulto.

En la cuenca de la laguna Bustillos del centro de Chihuahua, MacWilliams (2001) ha documentado numerosos sitios del periodo Arcaico. La mayoría se encuentran en una zona de dunas al noreste de la laguna, donde los vientos predominantes han llevado arena derivada de la laguna. La desforestación extrema y la erosión han expuesta artefactos y piedras quebradas por los fuegos ("fire-cracked rock"). Los habitantes del area tienen frascos con cienes de puntos de proyectil. Arturo MacWilliams ha notado que

En 20 sitios en las dunas, las puntas de proyectil precerámicas son mas abundantes que las tepalcates. Restos dispersos de hornos y manos de forma circular también ocurren en las dunas. Los sitios más grandes sobrepasan 50,000 m2 y representan una acumulación durante miles de años. La definición de los límites de los sitios depende de donde la arena ha movido—todas las partes erosionadas del campo de dunas tienen por lo menos líticas dispersas (tr. de MacWilliams 2001:137).

En la cuenca de Bustillos, por lo general los sitios del periodo Arcaico son mas elevados que los sitios del periodo Cerámico (MacWilliams 2001:139), por lo cual es posible que la laguna Bustillos era mas grande durante el period Arcaico.

En el valle del río Santa Clara, los restos líticos indican una ocupación durante el periodo Arcaico medio y mas intensivamente durante el Arcaico tardío. Un cerro fortificado quizás fue establecido durante el periodo Arcaico y utilizado de nuevo durante el periodo Medio. Las materias diagnósticas incluyen puntas de proyectil tipo Pandale y Shumla (Cunningham 2009).

En el sureste de Chihuahua, J. Charles Kelley (1956, 1989) encontró depósitos profundos expuestos por el río Conchos. En Durango, Spence (1971) identificó el complejo Los Caracoles (3000 a.P.–1 d.C.), una cultura arcaica que dió lugar a la cultura Loma San Gabriel.

El Modo de Producción Arcaico: Sonora y Norte de Sinaloa

Al lado oeste de la Sierra Madre Occidenal, la secuencia para la cultura Cochise continua como la sistema preferida para interpretar los hallazgos del periodo Arcaico. En la cuenca del río Concepción, en Sonora, Bowen (1976) propuso una ocupación arcaica o "Fase 1" (3500 a.P.?–200 d.C.?) que dió lugar a la cultura Trincheras. McGuire y Villalpando también documentaron sitos precerámicos en esa cuenca, especificamente en el valle del río Altar, y notan que los restos "caen facilmente en la cultura Cochise del sur de Arizona" (McGuire y Villalpando 1993:71). Datos mas recientes, del sitio La Playa, indica una ocupación local que comenzó ca. 2500 a.C. (con puntas de proyectil tipo Chiricahua, Cortaro, y Gypsum) y continó hasta el periodo Agricultura Temprana (ver mas abajo) (Carpenter 2009).

Trabajando cerca de Hermosillo, George Fay (1967) documentó sitios del periodo Arcaico, identificando un "complejo Peralta" posiblemente relacionado a la cultura Cochise. En las cercanías de Guaymas, documentó sitios sin cerámica probablemente del periodo Arcaico, pero no identificó su afiliación cultural.

John Carpenter y Guadalupe Sánchez (2008:23) han documentado restos arcaicos del norte de Sinaloa, inclusive con puntas de proyectil tipo Cortaro, pero admiten que "Desgraciadamente, no sabemos nada sobre las poblaciones durante el periodo Arcaico y sus adaptaciones culturales."

Según Julian Hayden (1967, 1976), los restos del periodo Arcaico de la zona de la sierra Pinacate (noroeste de Sonora) pertenecen al complejo Amargosa (7000 a.P.–300 d.C.). El complejo quizás incluyo "geoglifos" (Hayden 1982, Montané 1985), pero el fechamiento de tales figuras es difícil cuando no es imposible.

Arte Rupestre

Los estudios por Polly Schaafsma (1980) indican que varios estilos de arte rupestre arcaico ocurren en, o extienden a, el norte de México. Arturo Mendiola (2007) ilustra ejemplares de arte rupestre por la parte inferior del río Conchos, incluyendo de puntas de dardo Shumla y de lanzadardos o atlatl.

El Desarrollo de Comunidades Agrícolas

Por muchos años, los arqueólogos pensaron que la agricultura pasó desde Mesoamérica hacia el norte por un proceso de "difusión," es decir, que cada grupo aprendió la agricultura de sus vecinos. Hoy, el modelo dominante propone que agricultores que hablaron proto-yutoazteca (proto-uto-azteca, proto-yuto-nahua) colonizaron hacia el norte [Hill 2001–2003; Valiñas C. 2000]. Para comentarios por arqueólogos, vea Carpenter et al. (2002, 2003) y LeBlanc, quienes concurren. Vea también Mabry et al. (2008), quienes proponen que el proceso era mas complejo que lo indicado por el modelo.

En alugnas partes del noroeste de México, la etapa final del periodo Arcaico incluyó no solamente la agricultura pero también un nivel de intensidad habitacional que antes se consideraba imposible hasta el periodo Ceramico. En el noroeste de Chihuahua, estudios del Cerro Juanaqueña cambió totalmente nuestro entendimiento del Chihuahua arcaico (Hard y Roney 1998; Hard et al. 1999, 2006; Roney y Hard 2002, 2003, 2004). El sitio es un "cerro de trincheras" que domina la llanura de inundación del río Casas Grandes, y fue ocupado desde 1350–1300 hasta 1100 a.C. (con una ocupación menor entre 400 a.C. y 1 d.C.). Los habitantes consumieron el maíz, posiblemente un amaranto domesticado, y una variedad de quelites y semillas de pastos, los liebres y conejos, pescados, y a veces los venados y los antílopes. Los manos y metates fueron abundantes y bien pasados, indicando el consumo intensivo de semillas molidas.

Los arqueólogos han calculado que la construcción en el Cerro Juanaqueña requirió 30 años de esfuerzo. Las terrazas resultantes (más de 500) se usaron como superficies habitacionales, que soportaban construcciones circulares de piedras, de más o menos 2.5 m en diámetro. Algunos de las estructuras, quizás todas, fueron hogares. El proyecto también hizo pozos de prueba en tres cerros de trincheras mas pequeñas por el río Casas Grandes, y concluyó que todos los sitios tenían caracter defensivo. Sabemos de un dozena de cerros de trincheras en las cercanías de Janos. Si Cerro Juanaqueña y los sitios parecidos representan la propagación de agricultores en un territorio antes ocupado por cazadores y recolectores, es probable que los inmigrantes nuevos sintieron la necesidad de prepararse contra los ataques por grupos desplazados.

Arturo MacWilliams y sus colegas (2008) han trabajado en el sur de Chihuahua, en la parte alta de la cuenca del río Conchos, ahí encontrando ejemplares de "sitios con terrazas en forma de la letra D." Ricardo Brooks (1971:169) llamó dichos sitios "sitios de abrigo con plataforma." MacWilliams et al. escriben sobre

sitios de abrigo con terrazas hechos de llenado atrás de muros en forma de la letra D ... Por lo general, las terrazas siguen los bases de los acantilados una distancia de 20 a 25 m. El acantilado forma la parte derecha de un D mayúsculo, y las terraza forma la parte curvada, que extiende aproximadamente 10–15 m del acantilado. Tales sitios son, sin excepción, no más de 1.5 km de terrazas fluviales oportunos para la agricultura. Los restos de superficie de tres do los sitios son una mezcla de materias arcaicas hasta recientes. El cuarto sitio ... tiene abundantes pedazos de piedra tallada per poco más (tr. de MacWilliams et al. 2008:42).

Los resultados de pozos de prueba en tres sitios demuestran que los abrigos locales fueron utilizados antes del periodo Arcaico, y también después, pero las puntas de proyectil más numerosos son de los periodos Arcaico Medio y Arcaico Tardío. Hasta este punto la evidencia para agricultura es casi totalmente circunstancial, pero tomando en cuenta el complejo Cerro Juanaqueña, los esfuerzos requiridos para establecer estos sitios con terrazas en forma de D sugieren que pueden ser de los primeros agricultores del sur de Chihuahua. Debo mencionar que hay cerros de trincheras en el norte de Durango y el sur de Chihuahua, pero los datos disponibles indican que son principalmente y quizás exclusivamente del periodo Ceramico (MacWilliams et al. 2008:44–45).

En Sonora, el sitio La Playa, en la cuenca del río Concepción, es un sitio enorme (de 12 km2) donde la erosión ha expuesto una ocupación del periodo Arcaico.

Imagen ausente: La Playa, Son.
La Playa, Sonora. La erosión ha destruido gran parte del sitio, pero también ha expuesto restos para el estudio. El pavimento del desierto incipiente que se ven en el área erosionado consiste principalmente en piedras quebrados por el fuego. Foto del Proyecto La Playa, reproducida con el permiso de J. Carpenter.

Los restos expuestos parecen aquellos de los fases San Pedro y Ciénaga del sur de Arizona, y por eso probablemente caen entre 1200 a.C. y 50 d.C. La erosión ha destruido la mayoría de las casas. Los restos sobrevivientes incluyen

cremaciones de humanos y animales, entierros de perros, varios formas de fosas, áreas dispersas de piedra tallada, juegos enterrados (caches) de objetos de piedra pulida, dos estructuras ... una casa semisubterranea, geoglifos, petroglifos, aproximadamene 35 hectáreas de campos agrícolas probables con bordes, canales de riego, y una cantera de equisto arcósico [arkosic schist], materia usada para escariadores y raspadores utilizados en la producción de ornamentos de concha.

Las construcciones más frecuentes en La Playa fueron los hornos [en tierra]. Mas de 1 300 hornos, con diámetros de 0.6 a 20 m, se han documentado. Aunque la mayoría de los hornos fueron utilizados por hogares, los hornos más grandes quizás indican preparaciones para fiestas al nivel de la comunidad. Un horno contenía los restos de por lo menos diez gavilanes de cola roja.

Aunque el maíz era comida importante para los habitantes de La Playa, las plantas silvestres, como el amaranto, la quinoa, el mezquite, y los cactos, continuaron en el use. Se encontró también evidencia para la caza y el consumo de venados, antílopes, conejos, liebres, tortugas, y borregos cimarrones. Los pescados y cangrejos fueron transportados al sitio desde el mar de Cortés, una distancia de 100 km.

La artesanía más importante en La Playa fue la producción de ornamentos de concha. Se han identificado 59 especies de concha marina, pero el especie mas frecuente es Glycymeris (tr. de Carpenter et al. 2009:14).

Imágen no encontrada: objetos de concha de La Playa,
	    Son.
Ornamentos de concha en varias etapas de producción, y herramientos de piedra usadas para prepararlas, de La Playa, Sonora. Foto del proyecto La Playa, reproducida con el permiso de J. Carpenter.

Sitios con uso igualmente intensiva occuren en la cuenca de Tucson, donde los investigadores han encontrado sistemas de riego contemporáneas. Para un resumen y fotografías de campos agrícolas del periodo Agricultura Temprana, vea la revista Archaeology Southwest 23(1). No obstante estos grandes sitios tempranos, el desarrollo regional de la agricultura fue más una evolución que una revolución. En relación a La Playa, John Carpenter (2009:53) escribe de un "complejo agrícola sonorense," que incluyó "el cultivo de maíz intensivo en combinación con la explotación intensiva de plantas y animales silvestres." Su comentario continua,

Sin lugar a dudas, el maíz constituyó un importante recurso que se almacenaba y al cual se recurría en invierno y primavera. Sin embargo, aunqué el patrón de asentamiento fue totalmente sedentario y existió una intensificación de las estrategias agrícolas, el maiíz parece haber contribuido en un porcentaje pequeño al total de calorías consumidas (Carpenter 2009:53).

En la misma época, en otras partes de Oasisamérica, los grupos humanos hicieron pocos cambios a sus patrones de caza y recolección, o no hicieron ningún cambio, no obstante la llegada de plantas cultivadas a la región. Los investigadores que quieren explicar la transformación de modo de producción arcaico a un modo de producción agrícola tendrán que enfrentarse al uso desnivelado de especies domesticados.


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Última revisión: 3 de julio 2009.
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